El pasado fin de semana, volví a tener una nueva visita después de 3 meses, en los que estuve muy liado...y fue un viejo amigo, de Manzanares, Manolo, quien se dejó caer por estas tierras norteñas...
Tras recogerle en Oviedo, paramos en un punto digno de atención, Cudillero, pueblo pesquero encantador con sus casas en terraza desde el puerto. Después de una breve visita, partimos hacia Navia a cenar, ¡como no! a disfrutar de los manjares de la tierra y el mar, en La Magaya (donde, por cierto, de tanto ir nos van a hacer socios, je,je,je).
El sábado vino el plato fuerte:
-De Primero, por la mañana una ruta de andar cortita en distancia pero enorme en belleza, las Cascadas de Oneta...merece la pena caminar un poco para contemplar dos fabulosos saltos de agua de unos 20 metros, que te transportan a otra epoca, de hadas, ninfas y dragones!!!. Además tuvimos la suerte de ver un corzo a escasos 10 metros de nosotros, que preciosidad!!!
Continuamos con el coche, por el concejo de Villayón hasta el embalse de Arbon, para cruzar el rio Navia y subir a Coaña al mirador de Bustabernego, desde el que podemos ver perfectamente el mar, la costa (incluido Puerto de Vega) y los picos de la zona, como el Capiecha Martín (Valdés), El Segredal (Navia)...
Bajando hacia la costa, fuimos a ver el Castro de Coaña y la Playa de Frexulfe antes de ir a degustar una rica paella de marisco con bugre en un sitio que recomiendo a todo el sitio, y ya no solo por lo bien que allí se cocina, sino por lo que es más importante, por el trato tan cordial y cercano de los dueños: Mesón El Centro, en la Plaza de Cupido... tenéis que ir!!!!!!!!!!
-De Segundo, viaje a Gijón, visita por la tarde a la Playa de San Lorenzo, Cimadevilla, Cerro de Santa Catalina y la zona de sidrinas, y cervecitas enfrente de la antigua rula, para ir a cenar al Manzanu y ponernos ciegos de tapas y por supuesto, culines...
Ya la fiesta de la noche, mejor la dejamos, porque fue espectacular, menuda fiesta hay en Gijon...
-Y de postre, en pleno día de resaca, nueva vuelta por Gijon, en este caso por Poniente, y viaje a Oviedo, a visitarlo antes de que Manolo, volviese a coger el tren, camino de Madrid, cansado, pero con las pilas recargadas en este paraiso natural de paisaje y paisanajes que es Asturias.
A ver si pronto repetimos...y vemos de nuevo a la del Peugeot (je,je,je)