Más vale tarde que nunca, y después de tener un poco abandonado el blog, por esto de estudiar, o hacer que uno estudia... vuelvo para contaros acerca de una ruta de bicicleta que hice hace ya casi un mes (aunque no es la ultima ni mucho menos), por la provincia de Cuenca, más exactamente desde Iniesta, fantástico pueblo de la Manchuela Conquense, cuna de mi gran amigo, pseudohermano Fernando, que ejerció (al igual que Julia, y los padres y familia de ambos) de estupendo anfitrion y guia ciclista, hasta el Parque Natural de las Hoces del Cabriel (de 1.662 Hac. cuya gran mayoría pertenecen al municipio de Minglanilla).
La ruta, que parte de Iniesta va pasando, entre campos de viñedos y olivares, por caminos rurales (algunos en mejor estado que otros), con algunas subidas y bajadas técnicas, cerca de Villalpardo, para llegar a El Sitio de Consolación (o como se le conoce en la zona, "Consolación", a secas), a 14 Km. aproximadamente, con algo de subida, aunque la pendiente era mayor a la vuelta (¿o sería la falta de fuerza?).
"Consolación" se trata de un paraje natural que está compuesto por un santuario con una especie de hospedería anexa de los siglos XVII y XVIII, y un conjunto de casas de retiro, donde se celebra una gran romería de iniestenses en el final de la primavera (que si no me equivoco depende del Corpus y la Semana Santa para saber cuando cae en el calendario, o algo así, que yo en el tema iglesia no ando muy puesto!) en la que lo mejor, aparte de comer en el campo es enfrascarse en una guerra de cubos de agua entre amigos y familiares,agua cogida directamente de las fuentes y manantiales del mismo santuario.
Desde el Santuario se inicia una bajada por una pista mas ancha, aunque no por ello exenta de algun derrapaje alocado en alguna curvita cerrada (uff, lo que falto para pegármela!!!), y se sigue por pistas más estrechas entre pinos, encinas, también entre heladas, porque menuda cayó!, con algunos tramos más pedregosos o embarrados, ya pertenecientes a un GR (gran recorrido, señalizado), del que nos desviamos para ir directamente hacia una venta, desde la que en pocos kilómetros se llega a la entrada al Parque (aunque entre tanta niebla, tuvimos que preguntar a unos paisanos de una especie de cortijo, que casi atropella alguno al frenar, ¿verdad fernan?, je,je)
Al entrar en el parque natural, entre jaras y matorrales, casi de repente y tras dejar las bicis se nos presento ante nosotros, entre la niebla este fabuloso paisaje:
Poco a poco, mientras reponiamos fuerzas con un buen bocata, fue levantando la niebla, dejándonos ver mejores paisajes y unos espectaculares cañones, ya que el río Cabriel, ha ido excavando una profunda garganta a lo largo de los siglos, originando impresionantes cuchillos y crespones puntiagudos y barrancos de más de 100 metros de altura que forman maravillosas hoces, de ahí el nombre del parque:
Tras disfrutar un ratito más, cogimos la bici, no sin antes hacernos unas fotitos como recuerdo de los 60 kms que hicimos al final entre ida y vuelta, como estas:
"Consolación" se trata de un paraje natural que está compuesto por un santuario con una especie de hospedería anexa de los siglos XVII y XVIII, y un conjunto de casas de retiro, donde se celebra una gran romería de iniestenses en el final de la primavera (que si no me equivoco depende del Corpus y la Semana Santa para saber cuando cae en el calendario, o algo así, que yo en el tema iglesia no ando muy puesto!) en la que lo mejor, aparte de comer en el campo es enfrascarse en una guerra de cubos de agua entre amigos y familiares,agua cogida directamente de las fuentes y manantiales del mismo santuario.
Desde el Santuario se inicia una bajada por una pista mas ancha, aunque no por ello exenta de algun derrapaje alocado en alguna curvita cerrada (uff, lo que falto para pegármela!!!), y se sigue por pistas más estrechas entre pinos, encinas, también entre heladas, porque menuda cayó!, con algunos tramos más pedregosos o embarrados, ya pertenecientes a un GR (gran recorrido, señalizado), del que nos desviamos para ir directamente hacia una venta, desde la que en pocos kilómetros se llega a la entrada al Parque (aunque entre tanta niebla, tuvimos que preguntar a unos paisanos de una especie de cortijo, que casi atropella alguno al frenar, ¿verdad fernan?, je,je)
Al entrar en el parque natural, entre jaras y matorrales, casi de repente y tras dejar las bicis se nos presento ante nosotros, entre la niebla este fabuloso paisaje:
Poco a poco, mientras reponiamos fuerzas con un buen bocata, fue levantando la niebla, dejándonos ver mejores paisajes y unos espectaculares cañones, ya que el río Cabriel, ha ido excavando una profunda garganta a lo largo de los siglos, originando impresionantes cuchillos y crespones puntiagudos y barrancos de más de 100 metros de altura que forman maravillosas hoces, de ahí el nombre del parque:
Tras disfrutar un ratito más, cogimos la bici, no sin antes hacernos unas fotitos como recuerdo de los 60 kms que hicimos al final entre ida y vuelta, como estas:
2 comentarios:
Pues que me va a parecer, estupendo diría alguna, es de alabar la documentación previa que has hecho pero a mi me gusta más la forma sagaz y divertida de tus comentarios, no se te olvidó ningún pequeño detalle, cuyo sumatorio son la vida misma. Gracias por esta buena entrada.
Ya de paso aprovecho para decirte aquí mismo que la "segunda" parte de los Pilares de la Tierra no tiene ningún desperdicio y no lo digo por las 500 páginas que ya he leído sino por las intrigantes y fascinantes 600 que me quedan.
GRACIAS AMIGO
me alegro que te haya gustado, ya sabes que antes de hablar hay que estar informado y no iba a ser menos al escribir...
Ya tenemos que ir preparando otra nueva ruta para cuando nos veamos de nuevo, por ejemplo en semana santa, o por los parajes asturianos, que tengo una subidita a un mirador de esas que te gustan a ti: ROMPEPIERNAS. Yo me limitaré a subir andando, je,je,je
Sobre el libro, me pondré a leerlo en cuanto me quite de encima los examenes de la UNED, eso sí, no me adelantes nada
Un abrazo
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