Pues sí, después de andar algo alejado de los mundos blogeros debido al veraneo, vuelvo narrando mis aventuras veraniegas con este sugerente título musical...
Empezando por una ruta en bici realizada con mi gran amigo (digamos hermano) Fernando durante la semana de descanso (por decir algo) que pasé a primeros de Julio en mi querida y añorada tierra, La Mancha. Concretamente, el "paseo" en bici lo hicimos por el bonito paraje de incalculable valor ecológico y geológico del Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera...un auténtico oasis manchego en el límite entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, ya nombrado por Cervantes en la obra más universal de la literatura, El Quijote, gran ejemplo del modelado kárstico de la roca caliza presente en la zona, que da lugar a un rosario de lagunas escalonadas por altura, cada una más hermosa, de caprichosas formas y de vivos colores
El paseo es digno de realizar, admirando lagunas casi salvajes, menos invadidas por chalets y viviendas vacacionales...entre juncos, aguiluchos, riachuelos, patos...y con una brisa que hizo más llevaderos los 50 kms en total que gastamos en rodearlas...y disfrutar del antes nombrado Hundimiento, una cascada producida por la caida del terreno calizo al final de la laguna más caudalosa de todas, la del Rey. UN AUTÉNTICO LUJO EN LA MANCHA.
Acabamos el día, comiendo y disfrutando de un buen baño, con barca de pedales por medio, en Entrelagos, Hotel-Restaurante con playa privada, vigilada y merendero...totalmente recomendable
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